Cada verano reaparece la misma duda:
¿Puedo hacerme el láser si me ha dado el sol?
La respuesta no está en un sencillo protocolo de plantilla que no distinguen entre una piel y otra, entre un fototipo claro con protección diaria y una piel bronceada tras horas bajo el sol directo.
Índice del contenido
1. El verdadero problema.
La verdad es que el sol no es el enemigo. El verdadero problema es hacer láser sin criterio.
Cuando hablamos de depilación láser, sea la tecnología que sea, no nos engañemos… es cierto que una piel bronceada puede presentar mayor riesgo de efectos secundarios: pequeñas quemaduras, hiperpigmentaciones, irritación. Pero esto no significa que toda exposición solar sea incompatible.
No es lo mismo haber estado en una terraza media hora con protección 50, que volver de una semana en la playa sin protección y con la piel ardiendo.
2. El contexto
El contexto lo cambia todo.
Y por eso, no trabajamos por intuición ni protocolos estándar. No es un «sí» o un «no».
Es un «vamos a ver cómo está hoy esa piel”
El problema no es la máquina. Es el uso que se hace de ella.
A menudo llegan personas a nuestra consulta con miedo: han tenido malas experiencias en otros centros, les han reprogramado sesiones sin revisar su piel o, peor, se les ha hecho igualmente la sesión, sin preguntar mucho, no vaya a ser que se tenga que anular la sesión. Y aquí viene otra verdad incómoda:
la tecnología no compensa la falta de criterio.
3. Criterio
En manos expertas, el láser Alejandrita es una herramienta segura, eficaz y muy precisa. Pero necesita algo más que potencia: necesita una evaluación honesta, mirada clínica y conocimiento real de la piel.
Porque lo importante no es llenar la agenda, es que el tratamiento funcione y tu piel esté bien.
El criterio es lo que marca la diferencia.
Y si alguna vez decidimos parar una sesión o posponerla, no es por miedo. Es por respeto. A tu piel, a tu proceso y a nuestra ética profesional.
Y en sentido contrario también te decimos: no anules tu cita por pensar que estás moren@… sal de dudas.
En nuestro centros no dejamos el juicio al ojo ni a la intuición.
Disponemos de un sistema específico de medición del pigmento de tu piel, que nos permite saber de forma objetiva si es seguro continuar o si es mejor esperar.
Así que antes de cancelar por tu cuenta, consúltanos.
Tal vez puedas seguir, o tal vez no. Pero lo sabrás con certeza.
Y tu piel, como siempre, lo agradecerá.